Hoy en día podemos hablar mediante Skype en tiempo real y sin cortes con alguien que está en la otra punta del mundo. O acceder a un servidor web a miles de Km. ¿Te has preguntado alguna vez por donde pasan los cables que cruzan el charco?




Quizás hayas pensado que las comunicaciones a través de los océanos tienen lugar a través de satélite. No estás de todo desencaminado pues un porcentaje de estas tienen lugar de esta manera. No obstante tradicionalmente las comunicaciones transoceanicas han sido a través de cables submarinos y aún hoy en día siguen siendo la vía principal de comunicación.

Un cable submarino o Interoceánico es aquel cable de cobre o fibra óptica instalado sobre el lecho marino y destinado fundamentalmente a servicios de telecomunicación. No obstante, también existen cables submarinos destinados al transporte de energía eléctrica, aunque en este caso las distancias cubiertas suelen ser relativamente pequeñas.

En lo relativo al servicio de telecomunicación los primeros cables, destinados al servicio telegráfico, estaban formados por hilos de cobre recubiertos de un material aislante denominado gutapercha. Con este sistema se logró tender, en 1852, el primer cable submarino que unía el Reino Unido y Francia a través del Canal de la Mancha. En 1855 se aprobó el proyecto para tender el primer cable trasatlántico que quedó fuera de servicio en poco tiempo.

En 1865 se conectó Irlanda y Terranova. Las dificultades de instalación fueron enormes, así como las de explotación, debido a las elevadas atenuaciones que sufrían las señales como consecuencia de la capacitancia entre el conductor activo y tierra, así como por los problemas de aislamiento. Muchos de estos problemas eran ocasionados por los accionistas de las compañías marítimas, perforando la capa aislante del cable, se tuvieron que emplear muchos hombres y un trabajo minucioso y a conciencia para poder repararlos.


El descubrimiento de aislantes plásticos posibilitó la construcción de cables submarinos para telefonía, dotados de repetidores amplificadores sumergidos, con suministro de energía a través de los propios conductores por los que se transmitía la conversación. Posteriormente, en la década de los 60, se instalaron cables submarinos formados por pares coaxiales, que permitían un elevado número de canales telefónicos analógicos.

Finalmente, los cables submarinos de fibra óptica han posibilitado la transmisión de señales digitales portadoras de voz, datos y televisión con velocidades de transmisión de hasta 2,5 Gbit/s, lo que equivale a más de 30 000 canales telefónicos de 64 kbit/s.

Los cables de fibra submarinos tienen un recubrimiento muy complejo para protegerlo y aislarlo:

1. Polietileno. 2. Cinta de tereftalato de polietileno. 3. Alambres de acero trenzado. 4. Barrera de aluminio resistente al agua. 5. Policarbonato. 6. Tubo de cobre o aluminio. 7. Vaselina. 8. Fibras ópticas.

En cuanto a los cables instalados hoy en día en los océanos se cuentas por miles, en la siguiente imágen se puede apreciar el complejo entramado:


Si te quedas con ganas de saber más, puedes verte este interesante vídeo: